La sinceridad muchas veces duele, lastima, pero nunca deja de ser lo que es. Palabras que le dan forma a una verdad, sobre todo cuando es una realidad tan grande, con tanta luz que no hay eclipse que pueda opacarla. Hay persona que dejan huella, que aunque luego desaparezcan, siempre sientes que están presentes porque cuando llegaron a tu vida te dejaron MARCADO… ni besándome mil veces con esa pasión que pareces meterte en mis adentros, podrás borrar los pequeños detalles que convertían en sueño todos nuestros encuentros. Ni fundiéndote en mi piel como hiciste conmigo aquel día en que nos encontramos, ni con ese amor tan fiero podrás borrar sus te quiero ni arrancarme sus te amo. Ni que hagas un derroche de ternura como la noche última en que nos vimos, podrás borrar el ardor del más profundo amor que lejos de ti hicimos. Disculpa si soy infiel, pero es que mi piel no conoce de engaños. Y este sentir que me emana no se borra en una semana ni en un millón de años. A veces hace que me asombre que solo salga su nombre hasta cuando creo que la olvido. Y puedo hasta pensar, ya ves, que creyendo cuerdo tal vez ya haya enloquecido. Sin embargo, debo decirte porque no deseo mentirte que me agrada esta aventura, que la razón me hace perder y no deseo volver a perder esta locura. Quiero vivirla segundo a segundo y no salir de ese mundo de frenesí irresistible… No me importa que tu amor puro parezca algo muy seguro y el de ella… un imposible. Simplemente la amo y ya… nada de lo que hagas cambiara este adorable disparate. Pues aunque quiera simular yo nunca podré evitar que un suspiro me delate. Y que sepas y recuerdes que eres tú quien pierdes, que a veces callo por cobarde, para no decirte con dolor que a la puerta de mi amor tocaste demasiado tarde. Que aunque así lo decida la película de mi vida ya tantas veces vista… por cosas del destino, tiene hoy nuevo camino y otra protagonista. (Original dedicado a quienes en materia de amor no saben mentir)
Por Eros
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