Aunque la mayoría de los usuarios de Internet son ya duchos en la materia de diferenciar posibles mails peligrosos que les llegan a su bandeja de entrada y que contienen todo tipo de engaños, hay personas que aún siguen cayendo en la trampa. Sí, según la firma de seguridad rusa Kaspersky Lab, un 3,4% de los correos electrónicos que llegaron en 2012 a los usuarios incluían archivos peligrosos. Una cifra que, aunque parece baja, no lo es en absoluto, sobre todo teniendo en cuenta el inmenso número de emails que recibimos todos a diario (y de los que casi un 74,3% son spam).
Por ello, no está de más repasar cuáles son las estafas más comunes que se producen vía email, que, según la citada firma de seguridad, son éstos:
Cambio de contraseña. Una estafa muy común es pedir al usuario a través de un email que restablezca su contraseña. La víctima recibe una notificación desde una plataforma online como correo electrónico, redes sociales, banca online… donde se le informa de que la cuenta ha sido hackeada y necesita modificar la clave. El usuario tiene que abrir un archivo adjunto donde añaden sus datos personales, de tal forma que además de robar toda la información facilitada, el cibercriminal consigue cualquier dato almacenado en el equipo infectado.
Reservas falsas. Últimamente se reciben emails (falsos) de compañías aéreas o cadenas hoteleras confirmando una reserva. Se le indica al usuario que pinche en un enlace, para a continuación redirigirle a una página falsa donde un código malicioso oculto puede atacar al equipo informático.
Tragedias. Al igual que con la técnica de las reservas falsas, los delicuentes aprovechan estas oportunidades para mandar mails maliciosos. Ojo con estos chantajes emocionales.
¡Sales en un vídeo divertido! Cuando se hackea una cuenta de Twitter o Facebook, se suelen enviar mensajes a otros usuarios para que estos pinchen en el enlace para ver, por ejemplo, el vídeo donde salen. Así se le pide a la víctima que se actualice la versión del reproductor, para que cuando éste pinche en la descarga, el malware robe la información almacenada en el dispositivo.
Good site, bad link (buen sitio, mal enlace). Se trata del caso de páginas legístimas, como ha ocurrido con Wikipedia o Amazon, donde los ciberdelincuentes han sido capaces de poner enlaces maliciosos en los que los usuarios pueden crear páginas dentro de ellas. Otro caso donde se vuelve a redireccionar a las víctimas a otras páginas con códigos ocultos para poder acceder a cualquier información del ordenador. Aunque las páginas oficiales eliminan estos sites falsos, hay que ser cauto.
Además de estar ojo avizor ante estas estafas, no olvidar usar un antivirus y tener actualizado el software, los navegadores y los sistemas operativos son aspectos esenciales para evitarlas.
Foto cc Jip
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