Es una obviedad: el correo electrónico es una herramienta fundamental no solamente en nuestro trabajo, sino también en nuestra vida privada. Es difícil imaginar una persona que no tiene correo electrónico, pero sí podemos encontrarnos con gente que no tiene teléfono celular, por ejemplo. Pero, muchas veces, la seguridad de nuestro correo está en peligro, a pesar del avance en la tecnología de cifrado. Y, en otras oportunidades, necesitamos que solamente un par de ojos vean lo que estamos enviando. Para esto, existe una aplicación llamada Cloakmy.
Otra cuestión sobre el correo electrónico es que se queda con la “evidencia”. Cuando mandamos un mail, lo podemos encontrar en nuestra bandeja de enviados, en el caso de Gmail también en la conversación general, y también en la bandeja de entrada del correo de la persona a la cual se lo enviamos. La única forma en la que puede desaparecer, relativamente, por completo, es si ambas partes lo borran de sus bandejas y de su Carpeta de Trash. Cloakmy nos permite enviar correos electrónicos con un poco más de seguridad, para los más paranoicos.
Cuando enviamos un correo a través de Cloakmy, no será guardado en la bandeja de entrada del receptor. Al contrario, este recibirá un correo electrónico que lo llevará directamente a la página del servicio, donde puede estar protegido por una contraseña particular, y recién allí podrá leerlo. Nosotros, como los emisores del correo electrónico, podemos seleccionar la opción de “auto destrucción” como si de una película de James Bond se tratara. Activando esta función, el mensaje será eliminado de todas partes una vez que ha sido leído. También hay otras formas de eliminar los mensajes, relacionadas con una ventana de tiempo.
Entrando a la página principal de Cloakmy, nos encontraremos con la interfaz de un nuevo correo electrónico. Ahí, tenemos que escribir la dirección de la persona a la que queremos enviar el mensaje, el asunto, la contraseña que vamos a ponerle, una pista para dicha contraseña, y el cuerpo del correo. Tenemos un editor de texto que es bastante similar a lo que podemos encontrar en cualquier servicio como Gmail y Hotmail, con la excepción de no poder adjuntar un archivo -¿cuál es el punto de tanto misterio si dejamos un rastro?- pero sí podemos adjuntar imágenes, por ejemplo.
En la parte inferior de la pantalla, encontraremos las opciones para determinar si se tratará o no de un mensaje autodestructor. Son tres las opciones: autodestruir después de una lectura, autodestruir después de una determinada cantidad de tiempo, y nunca destruir. Para esta prueba, hemos seleccionado la opción de autodestruir, que es en cierto sentido la más interesante. Una vez que enviamos el mensaje, recibiremos un mensaje en la página web de Cloakmy con determinados datos. Nos proporcionará un link para leer el correo, un link para destruirlo antes de tiempo, la “firma” del documento en el servidor, y la aclaración de la forma de destrucción del mismo.
Este mensaje me lo he enviado a mi misma para comprobar el funcionamiento de Cloakmy. Apenas está enviado, me ha llegado el correo a mi casilla; el destinatario es Cloakmy, con lo que comprobamos que se trata de un envío completamente anónimo, y el cuerpo del mensaje indica que alguien está tratando de compartir un correo electrónico con nosotros de forma segura. Luego, también se nos advierte que el mensaje será destruido una vez que lo abramos, por lo que no se puede abrir el link dos veces. También se nos informa que tiene una contraseña, y se nos brinda la pista de la contraseña que habíamos mencionado anteriormente.
Cuando hacemos clic en el enlace de Cloakmy, nos encontraremos con el pedido de contraseña. De nuevo, somos advertidos que el mensaje solamente se puede abrir una vez. Cuando lo abrimos, nos encontramos con el texto del mensaje, y una aclaración que nos indica que el mensaje ya ha sido destruido. Si llegamos a hacer clic de nuevo en el enlace del correo electrónico, se nos informará que no se puede encontrar el mensaje y que probablemente ya ha sido destruido.
Otra funcionalidad interesante de Cloakmy es la que nos permite crear salas de chat cifradas, cuyo registro será eliminado una vez que todos los participantes abandonan la sala. Se pueden agregar dos capas de seguridad a las salas de chat: una, la que viene por default con Cloakmy, y la otra, la que podemos agregar nosotros con una contraseña que deberán tener todos los participantes de la sala de chat. Es una función que permite que el servicio vaya más allá del correo electrónico.
Cloakmy no es la única opción que tenemos para enviar correos electrónicos que se autodestruyen. Existen otras herramientas, como por ejemplo Burn Note que tiene un funcionamiento muy similar al servicio que mencionamos, con la posibilidad de evitar que las personas copien el texto enviado, y un tiempo determinado para que el receptor lea el correo. ThisMessageWillSelfDestruct es un poco menos elaborado así como también OneTimeMessage. Lo bueno es que tenemos varias opciones si realmente deseamos tener algo de seguridad extra, o si queremos jugar a ser espías del MI6.
La entrada Envía emails que se autodestruyen con Cloakmy aparece primero en Bitelia.
Otra cuestión sobre el correo electrónico es que se queda con la “evidencia”. Cuando mandamos un mail, lo podemos encontrar en nuestra bandeja de enviados, en el caso de Gmail también en la conversación general, y también en la bandeja de entrada del correo de la persona a la cual se lo enviamos. La única forma en la que puede desaparecer, relativamente, por completo, es si ambas partes lo borran de sus bandejas y de su Carpeta de Trash. Cloakmy nos permite enviar correos electrónicos con un poco más de seguridad, para los más paranoicos.
Cuando enviamos un correo a través de Cloakmy, no será guardado en la bandeja de entrada del receptor. Al contrario, este recibirá un correo electrónico que lo llevará directamente a la página del servicio, donde puede estar protegido por una contraseña particular, y recién allí podrá leerlo. Nosotros, como los emisores del correo electrónico, podemos seleccionar la opción de “auto destrucción” como si de una película de James Bond se tratara. Activando esta función, el mensaje será eliminado de todas partes una vez que ha sido leído. También hay otras formas de eliminar los mensajes, relacionadas con una ventana de tiempo.
Entrando a la página principal de Cloakmy, nos encontraremos con la interfaz de un nuevo correo electrónico. Ahí, tenemos que escribir la dirección de la persona a la que queremos enviar el mensaje, el asunto, la contraseña que vamos a ponerle, una pista para dicha contraseña, y el cuerpo del correo. Tenemos un editor de texto que es bastante similar a lo que podemos encontrar en cualquier servicio como Gmail y Hotmail, con la excepción de no poder adjuntar un archivo -¿cuál es el punto de tanto misterio si dejamos un rastro?- pero sí podemos adjuntar imágenes, por ejemplo.
En la parte inferior de la pantalla, encontraremos las opciones para determinar si se tratará o no de un mensaje autodestructor. Son tres las opciones: autodestruir después de una lectura, autodestruir después de una determinada cantidad de tiempo, y nunca destruir. Para esta prueba, hemos seleccionado la opción de autodestruir, que es en cierto sentido la más interesante. Una vez que enviamos el mensaje, recibiremos un mensaje en la página web de Cloakmy con determinados datos. Nos proporcionará un link para leer el correo, un link para destruirlo antes de tiempo, la “firma” del documento en el servidor, y la aclaración de la forma de destrucción del mismo.
Este mensaje me lo he enviado a mi misma para comprobar el funcionamiento de Cloakmy. Apenas está enviado, me ha llegado el correo a mi casilla; el destinatario es Cloakmy, con lo que comprobamos que se trata de un envío completamente anónimo, y el cuerpo del mensaje indica que alguien está tratando de compartir un correo electrónico con nosotros de forma segura. Luego, también se nos advierte que el mensaje será destruido una vez que lo abramos, por lo que no se puede abrir el link dos veces. También se nos informa que tiene una contraseña, y se nos brinda la pista de la contraseña que habíamos mencionado anteriormente.
Cuando hacemos clic en el enlace de Cloakmy, nos encontraremos con el pedido de contraseña. De nuevo, somos advertidos que el mensaje solamente se puede abrir una vez. Cuando lo abrimos, nos encontramos con el texto del mensaje, y una aclaración que nos indica que el mensaje ya ha sido destruido. Si llegamos a hacer clic de nuevo en el enlace del correo electrónico, se nos informará que no se puede encontrar el mensaje y que probablemente ya ha sido destruido.
Otra funcionalidad interesante de Cloakmy es la que nos permite crear salas de chat cifradas, cuyo registro será eliminado una vez que todos los participantes abandonan la sala. Se pueden agregar dos capas de seguridad a las salas de chat: una, la que viene por default con Cloakmy, y la otra, la que podemos agregar nosotros con una contraseña que deberán tener todos los participantes de la sala de chat. Es una función que permite que el servicio vaya más allá del correo electrónico.
Cloakmy no es la única opción que tenemos para enviar correos electrónicos que se autodestruyen. Existen otras herramientas, como por ejemplo Burn Note que tiene un funcionamiento muy similar al servicio que mencionamos, con la posibilidad de evitar que las personas copien el texto enviado, y un tiempo determinado para que el receptor lea el correo. ThisMessageWillSelfDestruct es un poco menos elaborado así como también OneTimeMessage. Lo bueno es que tenemos varias opciones si realmente deseamos tener algo de seguridad extra, o si queremos jugar a ser espías del MI6.
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