Ya estas otra vez preguntándote qué hay de comer, cuando acabas de tomar el desayuno hace media hora? Los siguientes factores pueden ser la razón detrás de tus punzadas de hambre.
1. El clima
Cuando la temperatura baja, los estudios muestran que tendemos a comer más. Esto se debe a que nuestro metabolismo disminuye cuando es hora de comer y el comer nos calienta, eso explica por qué los restaurantes mantienen los radiadores prendidos y por qué comemos más alimentos en el invierno.
2. El tamaño del plato y del vaso
Los estudios muestran que mientras más grande sea el tamaño del plato, mayor cantidad de comida consumirás, con porciones entre un 25% a 28% más grande. De igual forma, usar un vaso ancho significa que verterás un 76% más de jugo, que si utilizas un vaso delgado.
3. El aroma
El aroma del pan recién horneado puede inducir la ghrelina, que nos hace pensar que tenemos hambre, sin embargo, estudios recientes han demostrado que hacer alimentos más aromáticos hace que la gente tome pequeños sorbos, que es por eso que sólo comemos pequeños bocados del queso azul.
4. La iluminación
Los estudios demuestran que comer la cena con velas, o con iluminación suave, da como resultado que comamos de forma más prolongada, incrementando la cantidad de comida que consumimos, mientras que el exceso de brillo, o iluminación fuerte, genera lo contrario.
5. Dormir
Un estudio reciente de la Universidad de Uppsala, Suecia, mostró cómo nuestra percepción de que necesitamos alimentos se ve afectada por la falta de sueño, y nuestro apetito es estimulado más fácilmente por las imágenes de alimentos después de una mala noche. Esto es porque nuestro cuerpo produce mayores cantidades de ghrelina (la hormona que estimula el hambre) cuando estamos cansados, lo que también reduce la cantidad de energía que gastamos.
(Fuente)
1. El clima
Cuando la temperatura baja, los estudios muestran que tendemos a comer más. Esto se debe a que nuestro metabolismo disminuye cuando es hora de comer y el comer nos calienta, eso explica por qué los restaurantes mantienen los radiadores prendidos y por qué comemos más alimentos en el invierno.
2. El tamaño del plato y del vaso
Los estudios muestran que mientras más grande sea el tamaño del plato, mayor cantidad de comida consumirás, con porciones entre un 25% a 28% más grande. De igual forma, usar un vaso ancho significa que verterás un 76% más de jugo, que si utilizas un vaso delgado.
3. El aroma
El aroma del pan recién horneado puede inducir la ghrelina, que nos hace pensar que tenemos hambre, sin embargo, estudios recientes han demostrado que hacer alimentos más aromáticos hace que la gente tome pequeños sorbos, que es por eso que sólo comemos pequeños bocados del queso azul.
4. La iluminación
Los estudios demuestran que comer la cena con velas, o con iluminación suave, da como resultado que comamos de forma más prolongada, incrementando la cantidad de comida que consumimos, mientras que el exceso de brillo, o iluminación fuerte, genera lo contrario.
5. Dormir
Un estudio reciente de la Universidad de Uppsala, Suecia, mostró cómo nuestra percepción de que necesitamos alimentos se ve afectada por la falta de sueño, y nuestro apetito es estimulado más fácilmente por las imágenes de alimentos después de una mala noche. Esto es porque nuestro cuerpo produce mayores cantidades de ghrelina (la hormona que estimula el hambre) cuando estamos cansados, lo que también reduce la cantidad de energía que gastamos.
(Fuente)
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