Un nuevo ordenador de MIT ha sido desarrollado para poder determinar qué gestos faciales de las personas son auténticos y cuáles son falsos. Esta investigación, que pretende ayudar a que los ordenadores para analizar el estado emocional de su usuario y responder de forma adecuada, también ayudará a entrenar a personas que encuentran muchas dificultades a la hora de interpretar expresiones.
“El objetivo es ayudar a las personas con la comunicación cara a cara”, explica Ehsan Hoque, un graduado del Affective Computing Group del laboratorio de Medios de MIT. Durante la investigación, llevada a cabo en su Media Lab, se pidió a los sujetos que fingiesen alegría o frustración, grabándose sus expresiones a través de webcams. Más tarde rellenaron un formulario largo y frustrante y vieron un video de un bebé gracioso para provocar la alegría; grabando sus gestos en todo momento.
Los sujetos que actuaban expresando gestos, al intentar mostrar frustración, fruncían el ceño repetidas veces. En el momento real de frustración, el 90% de los sujetos en lugar de hacer una mueca, sonreían. La diferencia entre la sonrisa de alegría y la de frustración era la clave para poder testar el ordenador.
Este tipo de investigaciones normalmente no se rigen por expresiones que puedan ser expresadas voluntariamente, ya que pueden obtener resultados confusos. Los sujetos tuvieron la oportunidad de poder analizar las imágenes de sonrisas auténticas y sonrisas de frustración obtenidas a través de la investigación, para determinar la autenticidad o falsedad de los gestos.
Los resultados mostraron que los sujetos no pueden diferenciar la una de la otra en las imágenes congeladas, sin embargo el proceso de una sonrisa a la otra es completamente distinta: las sonrisas felices crecen de forma gradual, mientras que las de frustración aparecen y desaparecen deprisa.
Esta investigación establece que, de forma inconsciente, todos nosotros respondemos a unos indicadores para poder expresarnos; si estos parámetros no se respetan, los gestos pueden ser interpretados como falsos. Esto es algo útil para personas discapacitadas que no saben entender algunas sutilezas del comportamiento. “A las personas con autismo se les inculca que una sonrisa significa que una persona está feliz,” apunta Hoque. Esta investigación demuestra que interpretar gestos no es tan sencillo.
Poder diferenciar señas es algo importante para otros sectores como el marketing y la investigación de mercados; porque un cliente esté sonriendo, no significa que esté contento, el significado de la sonrisa puede ser crucial para interpretar cómo se debe tratar a esa persona.
¿El ordenador lee mentes? Con los parámetros establecidos a través de la investigación, el ordenador del estudio de MIT puede interpretar las emociones detrás de los gestos, para poder crear nuevos ordenadores más ‘respetuosas e inteligentes’, según Hoque. El ordenador podrá dejar de leer que las sonrisas significan felicidad y fruncir el ceño es frustración. La ley de Murphy del ordenador congelándose en el momento menos apropiado puede tener los días contados.
Foto cc il Castigliano
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