Siempre hubo acosadores en este mundo pero con la dimensión de internet estos términos cobran otro sentido. La comunicación a través de las redes sociales es diferente y nos hace repreguntarnos qué es realmente un stalker, hasta qué punto debemos tomarlos en serio y cómo podemos protegernos de manipuladores psicológicos en el ámbito de internet.
El stalking es una forma de acoso, pero los acosadores en redes sociales no tienen por qué serlo también fuera de ellas, aunque pueden provocarnos el mismo sufrimiento y son iguales de reales. En ambos casos somos víctimas y podemos actuar para salir de una situación asfixiante, pero hay que saber cómo hacerlo.
¿Qué es un stalker (o un acosador)?
Acosar consiste en tener una conducta persistente hacia una misma persona con el objeto de tener control sobre ella. Los stalkers tienen un comportamiento obsesivo y causan un sentimiento angustiante a la persona perseguida, que teme por su integridad. Un acosador puede meterse contigo o con tus seres queridos. Quieren aislarte socialmente y hacer que sólo le dediques atención a él.
Hay muchos tipos de acosadores, y la atmósfera de miedo psicológico que pueden provocar en sus elegidos es tal que puede ser difícil que se den cuenta si están en una situación de stalking o acoso a través de internet.
Por otro lado, es normal querer saber más sobre personas que conocemos, y en internet, como en nuestra sociedad, hay de todo: curiosos, celosos y stalkers. La persona que ha visto absolutamente todas tus fotos de Flickr o que da Like a todos tus posts no tiene por qué ser un stalker, sino simplemente un conocido que quiere saber más de tu vida.
La situación cambia cuando sientes miedo, cuando te sientes intimidado, cuando la situación se torna repetitiva y ves signos de obsesión. Es en ese punto donde es bueno considerar una serie de cosas para saber si ha llegado el momento de actuar para protegerte. Veremos una serie de pasos para saber cómo manejar una situación así.
Qué considerar
Reconocer la situación y tomar perspectiva
Una de las cosas más difíciles puede ser darnos cuenta de que efectivamente estamos siendo acosados. Primero tenemos que advertir que no porque alguien te siga en todas las redes sociales es un stalker, los amigos claramente no lo son y nuestras madres entrarían de cabeza en esta definición de stalkers si solamente tuviésemos en cuenta esto, cuando obviamente no lo son.
Nuestra exposición en redes sociales hace que muchas veces otros se puedan sentir muy cercanos a nosotros, se sientan “amigos”, pero eso a veces no es compartido por nosotros, y ahí entra una sensación un poco rara, donde sentimos que alguien desconocido nos conoce demasiado. Pero esto no tiene por qué ser signo de stalking. Empecemos por no volvernos paranoicos y tratar de entender los motivos del otro: si un viejo conocido quiere ver todas tus fotos o te pregunta por tu vida, eso no lo hace un acosador.
Observar hacia fuera y hacia dentro
Hay varios signos que definen actitudes obsesivas hacia una persona en internet, como por ejemplo: monitorea constantemente tu actividad en la red, habla de ti como si tuviéseis una relación importante, te manda emails, mensajes y Whatsapps de forma insistente, o deja comentarios en tu Facebook repetitivamente y sin que tú correspondas ese nivel de intensidad.
Pero también debes observar los signos hacia “dentro” y preguntarte si te estás sintiendo intimidado por sus acciones. Si te estás sintiendo agobiado o incómodo con la situación, entonces ya es razón suficiente para actuar y cambiarla.
Hablarlo
Esta es una decisión complicada porque si el stalking es obvio y amenazador lo mejor es cortar todo tipo de contacto inmediatamente y sin dar ningún aviso, bloqueando, cerrando perfiles o lo que sea necesario para alejarse de esa persona.
Si no es la situación, o si son personas conocidas o amigos y no te estás sintiendo amenazado, intenta responder en forma medida. Existe la posibilidad de que hayas malinterpretado a la otra persona o sus motivos. Háblalo y hazle ver claramente que su nivel de actividad en tus publicaciones es excesivo y que te parece inadecuado.
No respondas o responde corto
No contestes a sus comentarios o a sus Likes, probablemente quiera llamar tu atención, pero no le des el gusto. También puedes contestar corto, poniendo algo que simplemente demuestre que has visto su mensaje pero que no le das demasiada importancia.
Bloquéalo
Hasta aquí veníamos de buenas, pero si su actitud persiste, no lo dudes y bloquéalo sin pensarlo más. Puedes hacerlo de dos maneras, avisándole o no. Mi opinión es que no hay que avisar, pero tú debes elegir lo que te parezca mejor de acuerdo a la situación. Para bloquear a alguien en Twitter, puedes hacerlo desde su perfil, activando la opción, pero en ese caso, aunque ya no reciba tus actualizaciones en su timeline, el stalker podrá ver de igual forma a tus tweets entrando por web a tu página si tienes la cuenta abierta. Si la tienes cerrada con candado, no.
En Facebook puedes bloquear a una persona yendo a su perfil y también es conveniente que revises tu configuración de privacidad.
Cuéntalo a otros
Y busca ayuda. Es recomendable que cuentes a tus amigos lo que te está pasando, porque por un lado pueden darte más perspectiva, ayudarte a tomar acción o ayudarle a la otra persona a entender que debe dejar de hacer lo que hace.
Pasa al plan B: denuncia
Si la situación va más allá de todo esto y realmente te sientes amenazado, humillado, acosado o vives con miedo debido a la acción de alguien en redes sociales, de lo que esa persona ha publicado o la forma en la que se relaciona contigo, pasa por alto todos los puntos, no le des más vueltas y habla con la policía. Guarda capturas de pantalla de todo, guarda los emails y muéstraselos. Explícales todo lo que ha pasado e indícales cómo te sientes. Reporta a la policía cualquier tipo de actividad sospechosa, no importa si no tienes pruebas sólidas, es bueno que estén advertidos.
Es buena idea llevar un registro o un diario con todo lo que pasa, esto te ayudará a juntar pruebas ante las autoridades si tienes que denunciar y además evitarás perderte en pensamientos con la sensación de “todo está en tu cabeza” que otros pueden hacerte sentir.
Foto: Truthout.org
El stalking es una forma de acoso, pero los acosadores en redes sociales no tienen por qué serlo también fuera de ellas, aunque pueden provocarnos el mismo sufrimiento y son iguales de reales. En ambos casos somos víctimas y podemos actuar para salir de una situación asfixiante, pero hay que saber cómo hacerlo.
¿Qué es un stalker (o un acosador)?
Acosar consiste en tener una conducta persistente hacia una misma persona con el objeto de tener control sobre ella. Los stalkers tienen un comportamiento obsesivo y causan un sentimiento angustiante a la persona perseguida, que teme por su integridad. Un acosador puede meterse contigo o con tus seres queridos. Quieren aislarte socialmente y hacer que sólo le dediques atención a él.
Hay muchos tipos de acosadores, y la atmósfera de miedo psicológico que pueden provocar en sus elegidos es tal que puede ser difícil que se den cuenta si están en una situación de stalking o acoso a través de internet.
Por otro lado, es normal querer saber más sobre personas que conocemos, y en internet, como en nuestra sociedad, hay de todo: curiosos, celosos y stalkers. La persona que ha visto absolutamente todas tus fotos de Flickr o que da Like a todos tus posts no tiene por qué ser un stalker, sino simplemente un conocido que quiere saber más de tu vida.
La situación cambia cuando sientes miedo, cuando te sientes intimidado, cuando la situación se torna repetitiva y ves signos de obsesión. Es en ese punto donde es bueno considerar una serie de cosas para saber si ha llegado el momento de actuar para protegerte. Veremos una serie de pasos para saber cómo manejar una situación así.
Qué considerar
Reconocer la situación y tomar perspectiva
Una de las cosas más difíciles puede ser darnos cuenta de que efectivamente estamos siendo acosados. Primero tenemos que advertir que no porque alguien te siga en todas las redes sociales es un stalker, los amigos claramente no lo son y nuestras madres entrarían de cabeza en esta definición de stalkers si solamente tuviésemos en cuenta esto, cuando obviamente no lo son.
Nuestra exposición en redes sociales hace que muchas veces otros se puedan sentir muy cercanos a nosotros, se sientan “amigos”, pero eso a veces no es compartido por nosotros, y ahí entra una sensación un poco rara, donde sentimos que alguien desconocido nos conoce demasiado. Pero esto no tiene por qué ser signo de stalking. Empecemos por no volvernos paranoicos y tratar de entender los motivos del otro: si un viejo conocido quiere ver todas tus fotos o te pregunta por tu vida, eso no lo hace un acosador.
Observar hacia fuera y hacia dentro
Hay varios signos que definen actitudes obsesivas hacia una persona en internet, como por ejemplo: monitorea constantemente tu actividad en la red, habla de ti como si tuviéseis una relación importante, te manda emails, mensajes y Whatsapps de forma insistente, o deja comentarios en tu Facebook repetitivamente y sin que tú correspondas ese nivel de intensidad.
Pero también debes observar los signos hacia “dentro” y preguntarte si te estás sintiendo intimidado por sus acciones. Si te estás sintiendo agobiado o incómodo con la situación, entonces ya es razón suficiente para actuar y cambiarla.
Hablarlo
Esta es una decisión complicada porque si el stalking es obvio y amenazador lo mejor es cortar todo tipo de contacto inmediatamente y sin dar ningún aviso, bloqueando, cerrando perfiles o lo que sea necesario para alejarse de esa persona.
Si no es la situación, o si son personas conocidas o amigos y no te estás sintiendo amenazado, intenta responder en forma medida. Existe la posibilidad de que hayas malinterpretado a la otra persona o sus motivos. Háblalo y hazle ver claramente que su nivel de actividad en tus publicaciones es excesivo y que te parece inadecuado.
No respondas o responde corto
No contestes a sus comentarios o a sus Likes, probablemente quiera llamar tu atención, pero no le des el gusto. También puedes contestar corto, poniendo algo que simplemente demuestre que has visto su mensaje pero que no le das demasiada importancia.
Bloquéalo
Hasta aquí veníamos de buenas, pero si su actitud persiste, no lo dudes y bloquéalo sin pensarlo más. Puedes hacerlo de dos maneras, avisándole o no. Mi opinión es que no hay que avisar, pero tú debes elegir lo que te parezca mejor de acuerdo a la situación. Para bloquear a alguien en Twitter, puedes hacerlo desde su perfil, activando la opción, pero en ese caso, aunque ya no reciba tus actualizaciones en su timeline, el stalker podrá ver de igual forma a tus tweets entrando por web a tu página si tienes la cuenta abierta. Si la tienes cerrada con candado, no.
En Facebook puedes bloquear a una persona yendo a su perfil y también es conveniente que revises tu configuración de privacidad.
Cuéntalo a otros
Y busca ayuda. Es recomendable que cuentes a tus amigos lo que te está pasando, porque por un lado pueden darte más perspectiva, ayudarte a tomar acción o ayudarle a la otra persona a entender que debe dejar de hacer lo que hace.
Pasa al plan B: denuncia
Si la situación va más allá de todo esto y realmente te sientes amenazado, humillado, acosado o vives con miedo debido a la acción de alguien en redes sociales, de lo que esa persona ha publicado o la forma en la que se relaciona contigo, pasa por alto todos los puntos, no le des más vueltas y habla con la policía. Guarda capturas de pantalla de todo, guarda los emails y muéstraselos. Explícales todo lo que ha pasado e indícales cómo te sientes. Reporta a la policía cualquier tipo de actividad sospechosa, no importa si no tienes pruebas sólidas, es bueno que estén advertidos.
Es buena idea llevar un registro o un diario con todo lo que pasa, esto te ayudará a juntar pruebas ante las autoridades si tienes que denunciar y además evitarás perderte en pensamientos con la sensación de “todo está en tu cabeza” que otros pueden hacerte sentir.
Foto: Truthout.org
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