Boston Scientific ha recibido la aprobación de la FDA para su sistema S-ICD, un desfibrilador cardioversor implantable, para el tratamiento de pacientes con riesgo de paro cardiaco repentino. Es un dispositivo que puede enviar una corriente eléctrica a través del corazón. Se coloca en el cuerpo en forma quirúrgica y no es mucho más grande que un teléfono celular.
Normalmente, el corazón tiene un “marcapasos” natural (que se llama nódulo sinoauricular, que lo ayuda a latir a un ritmo constante) y su propio sistema eléctrico. Si el corazón funciona en forma adecuada, una corriente eléctrica empieza en uno de los sitios o cavidades superiores del corazón (que se llaman aurículas). La señal se desplaza por el corazón hasta las cavidades inferiores (que se llaman ventrículos). Las diferentes cavidades trabajan en forma conjunta para producir latidos cardíacos regulares.
A veces, sus latidos cardíacos pueden volverse irregulares. Los latidos cardíacos que no son regulares se llaman arritmia. Hay muchos tipos diferentes de arritmias y el tratamiento depende de qué tipo tenga. Existen arritmias que ponen la vida en peligro, como la taquicardia ventricular y la fibrilación ventricular.
Actualmente en una urgencia la fibrilación ventricular se trata con un desfibrilador externo. Se colocan placas en la parte exterior del pecho, y se aplica un choque eléctrico a través de las placas. Este choque se desplaza por el corazón y detiene el latido irregular. Luego, el corazón vuelve a un ritmo más regular.
El S-ICD funciona llevando un registro constante de su ritmo cardíaco. Si el corazón late demasiado rápido, el S-ICD administra el tratamiento programado por su médico.
Una vez que se implanta, el médico prueba y programa el S-ICD para tratar su problema específico de ritmo cardíaco. Por lo general, esto requiere una corta estadía en el hospital. La batería del generador debe evaluarse durante sus chequeos regulares y puede durar hasta siete años. Puede reemplazarse en una cirugía ambulatoria.
Referencia: Boston Scientific
Normalmente, el corazón tiene un “marcapasos” natural (que se llama nódulo sinoauricular, que lo ayuda a latir a un ritmo constante) y su propio sistema eléctrico. Si el corazón funciona en forma adecuada, una corriente eléctrica empieza en uno de los sitios o cavidades superiores del corazón (que se llaman aurículas). La señal se desplaza por el corazón hasta las cavidades inferiores (que se llaman ventrículos). Las diferentes cavidades trabajan en forma conjunta para producir latidos cardíacos regulares.
A veces, sus latidos cardíacos pueden volverse irregulares. Los latidos cardíacos que no son regulares se llaman arritmia. Hay muchos tipos diferentes de arritmias y el tratamiento depende de qué tipo tenga. Existen arritmias que ponen la vida en peligro, como la taquicardia ventricular y la fibrilación ventricular.
Actualmente en una urgencia la fibrilación ventricular se trata con un desfibrilador externo. Se colocan placas en la parte exterior del pecho, y se aplica un choque eléctrico a través de las placas. Este choque se desplaza por el corazón y detiene el latido irregular. Luego, el corazón vuelve a un ritmo más regular.
El S-ICD funciona llevando un registro constante de su ritmo cardíaco. Si el corazón late demasiado rápido, el S-ICD administra el tratamiento programado por su médico.
- Electroestimulación cardíaca: Si tiene taquicardia ventricular, el S-ICD puede proporcionar varias señales seguidas de electroestimulación cardíaca. Cuando esas señales se detienen, el corazón puede volver a un ritmo normal.
- Cardioversión: Si la electroestimulación cardíaca no funciona, puede utilizarse la cardioversión. En la cardioversión, se envía un leve choque al corazón para detener los latidos cardíacos rápidos.
- Desfibrilación: Si se detecta fibrilación ventricular, se envía un choque más fuerte. Este choque más fuerte puede detener el ritmo rápido y ayudar a que los latidos cardíacos vuelvan a la normalidad.
- Marcapasos: El S-ICD también puede detectar cuando el corazón late demasiado lento. Puede actuar como un marcapasos y hacer que la frecuencia cardíaca vuelva a la normalidad.
Una vez que se implanta, el médico prueba y programa el S-ICD para tratar su problema específico de ritmo cardíaco. Por lo general, esto requiere una corta estadía en el hospital. La batería del generador debe evaluarse durante sus chequeos regulares y puede durar hasta siete años. Puede reemplazarse en una cirugía ambulatoria.
Referencia: Boston Scientific
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