La sexomnia o sonambulismo sexual, consiste en tener una actividad
erótica (masturbación, coito, verbalización de conductas eróticas,
violencia sexual, u otro tipo de comportamiento automático e
inconsciente), durante el sueño que, en algunos casos, hasta puede
llevar al orgasmo. Les pasa tanto a hombres como a mujeres.
Los estudios en hombres han concluido que durante la fase de sueño REM
(movimientos oculares rápidos) pueden aparecer sueños eróticos
acompañados de erección y eyaculación (poluciones nocturnas) con o sin
masturbación.
Algo similar sucede en las mujeres: se dilatan los vasos de la pelvis,
hay congestión genital, lubricación, sueños eróticos y algunas hasta
llegan al orgasmo. Se cree que durante el sueño el mayor caudal de
sangre hacia los genitales permite una buena oxigenación, esto se
traduce en una piel suave, sensible a los estímulos y lubricada.
Sabemos entonces que durante la fase de sueño REM se originan, tanto en
hombres como en mujeres, una serie de mecanismos fisiológicos normales
que ayudan a mantener la vitalidad de los órganos genitales además de
proporcionar placer, y por qué no, el inicio de un juego erótico a la
mañana.
Para algunos investigadores la sexomnia la sufren casi un 1% de la
población general, es más frecuente en los varones, y se detecta por
medio de estudios de sueño (polisomnograma).
Contrario a lo que algunos pueden pensar, esto no es gracioso ni algo
divertido, es un trastorno de sueño que conlleva a varios problemas
personales y de pareja. Las acciones corporales de índole sexual durante
el sueño, reportadas en la mayoría de los casos por la pareja, provocan
un profundo malestar, ya sea por la repetición de las crisis, la
imposibilidad de recordarlas, la vergüenza, los temores ante un nuevo
compañero sexual y la falta de control sobre las conductas
involuntarias.
Las personas con sexsomnia están más propensas a sufrir ansiedad,
problemas de atención, de concentración y depresiones. Sienten que están
“disociadas”, que la noche les depara la aparición de ese “otro”
hambriento de sexo.
También se ha comprobado que la sexsomnia puede aparecer en cualquier
momento del sueño (fases No REM y REM) y en el lapso entre el sueño y la
vigilia.
erótica (masturbación, coito, verbalización de conductas eróticas,
violencia sexual, u otro tipo de comportamiento automático e
inconsciente), durante el sueño que, en algunos casos, hasta puede
llevar al orgasmo. Les pasa tanto a hombres como a mujeres.
Los estudios en hombres han concluido que durante la fase de sueño REM
(movimientos oculares rápidos) pueden aparecer sueños eróticos
acompañados de erección y eyaculación (poluciones nocturnas) con o sin
masturbación.
Algo similar sucede en las mujeres: se dilatan los vasos de la pelvis,
hay congestión genital, lubricación, sueños eróticos y algunas hasta
llegan al orgasmo. Se cree que durante el sueño el mayor caudal de
sangre hacia los genitales permite una buena oxigenación, esto se
traduce en una piel suave, sensible a los estímulos y lubricada.
Sabemos entonces que durante la fase de sueño REM se originan, tanto en
hombres como en mujeres, una serie de mecanismos fisiológicos normales
que ayudan a mantener la vitalidad de los órganos genitales además de
proporcionar placer, y por qué no, el inicio de un juego erótico a la
mañana.
Para algunos investigadores la sexomnia la sufren casi un 1% de la
población general, es más frecuente en los varones, y se detecta por
medio de estudios de sueño (polisomnograma).
Contrario a lo que algunos pueden pensar, esto no es gracioso ni algo
divertido, es un trastorno de sueño que conlleva a varios problemas
personales y de pareja. Las acciones corporales de índole sexual durante
el sueño, reportadas en la mayoría de los casos por la pareja, provocan
un profundo malestar, ya sea por la repetición de las crisis, la
imposibilidad de recordarlas, la vergüenza, los temores ante un nuevo
compañero sexual y la falta de control sobre las conductas
involuntarias.
Las personas con sexsomnia están más propensas a sufrir ansiedad,
problemas de atención, de concentración y depresiones. Sienten que están
“disociadas”, que la noche les depara la aparición de ese “otro”
hambriento de sexo.
También se ha comprobado que la sexsomnia puede aparecer en cualquier
momento del sueño (fases No REM y REM) y en el lapso entre el sueño y la
vigilia.
Lo que debes saber sobre la sexomnia:
- Puede aparecer en períodos de estrés.
- Se agrava con el abuso de alcohol, drogas y tabaco.
- Puede tener un componente genético (aún en investigación).
- Se diagnostica por un estudio de sueño o polisomnograma.
- Requiere tratamiento médico, psicológico y medidas generales para bajar los niveles de estrés.
- Es fundamental trabajar con la pareja.
Recuerda que la información aquí presentada no pretende hacer
diagnóstico, ante cualquier duda es recomendable consultar con un
especialista.
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http://sexomnia.blogspot.com
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