TIPO 1: SEXO KAREZZA. El término proviene del italiano “carezza”, que significa caricia. Y de eso se trata: de tener relaciones de una forma cariñosa y suave privilegiando el placer por sobre el clímax. Para ponerlo en práctica, sonríe manteniendo el contacto visual, miralo fijamente a los ojos lo más posible, sincronicen la respiración, agárrense y tóquense mutuamente (por lo menos veinte minutos), coloca suavemente la mano en sus genitales, emite sonidos de satisfacción o placer (pero no palabras), acaricia, abraza, masajea y pon el oído en la zona del corazón de tu pareja para escuchar sus latidos.
TIPO 2: SEXO QUICKIE. Es un “rapidito”, sin preparativos y con la ropa semi puesta. ¿El lugar? Para las parejas más clásicas, las distintas habitaciones de la casa, el auto o el baño de un bar. Si son más arriesgados, las posibilidades aumentan: el ascensor, las escaleras o los pasillos del edificio, la última fila del cine y, el mejor de todos, el probador de un local de ropa. ¿El momento? Como corresponde, cuanto menos planeado más efectivo. ¿Las reglas? Discreción por sobre todas las cosas: acá no valen los jadeos, los gemidos o los gritos. Disfruta en silencio, es parte del encanto.
TIPO 3: SEXO ACUÁTICO. “El baño es un complemento ideal en la pareja. Los sexólogos recomendamos este juego para darle primacía al erotismo”, cuenta la licenciada Sandra Lustgarten, psicóloga y sexóloga. Puede ser de inmersión (ideal para hacerse caricias, porque los músculos logran relajarse y la textura de la piel está suave al tacto) o en la ducha (en los sex shops venden manijas que se colocan en la pared para facilitar las posturas sexuales). “Es delicado colocar el preservativo en ese momento”, reconoce Sandra. Por eso, recomienda extremar los cuidados.
TIPO 4: SEXO OUTDOOR. Consiste en salir de nuestras cuatro paredes y tener sexo al aire libre, aunque sea en el jardín de casa. “Es muy placentero, tanto de día como de noche. Se convierte en fuente de goce por la amplitud del espacio, la vivencia de libertad y las sensaciones que provocan los estímulos naturales cuando actúan sobre los cuerpos desnudos”, contó a Entremujeres el doctor Walter Ghedin, médico psiquiatra y psicoterapeuta.
TIPO 5: ROLE-PLAYING. El cambio de roles es muy divertido y consiste, básicamente, en jugar a ser otros. La idea es transformarse en médicos, electricistas, cowboys, maestros, policías, strippers… O lo que su imaginación les ofrezca. Permite a ambos tener esa emoción de “estar con otra persona”. ¿Cómo arrancar? Simula que no lo conoces, preguntale quién es y dale lugar para que invente su propio personaje.
TIPO 6: SEXO GOURMET. “Comer con la mano una costilla de cordero y convidarle a nuestro acompañante un bocado es, sin dudas, algo muy sensual. También lo es saborear los frutos de mar que, con su aroma, nos recuerdan los sudores femeninos”, sugiere Carlos Di Césare, dueño del restaurante Te Mataré Ramírez. “Comidas donde se utilicen los dedos, se incluyan alimentos coloridos y que se puedan compartir tendrán mayores chances de lograr cierto clímax”, agrega el chef Maximiliano Pettit, dueño del restaurante Pájaro que comió. De la mesa a la cama… ¡Sin escalas!
TIPO 7: SEXING O FITNESS ERÓTICO. Besar quema de 120 a 135 calorías por hora (2 a 5 calorías por minuto), lo que significa que si besás durante 20 minutos todos los días en un año habrás quemado 36.500 calorías y habrás perdido 5 kilos. El juego previo te ayuda a gastar 25 calorías, por lo tanto, cuanto más lo prolongues mayor será el gasto calórico. Durante el acto sexual se queman de 50 a 100 calorías en promedio. En cada orgasmo eliminamos entre 60 y 100 calorías.
TIPO 8: SEXO VOYEUR. Es encontrar la satisfacción o el placer sexual observando la intimidad de los otros. “En el ámbito terapéutico, muchas veces los especialistas fomentamos el voyeurismo cuando invitamos a observar la sexualidad ajena, como en el caso de mirar videos que muestran escenas sexuales que sirven como estimuladores del deseo o como modelo de aprendizaje y de evaluación de la propia sexualidad”, explicó Sandra Lustgarten, psicóloga y sexóloga.
TIPO 9: SEXO EXHIBICIONISTA. Consiste en mostrarnos con la intención (o la fantasía) de que alguien nos vea. Sin caer en extremos podemos, por ejemplo, dejar una ventana entreabierta o tener un encuentro fogozo en el auto, para vivir la sensación de riesgo.
TIPO 10: SEXO TÁNTRICO. “Con la práctica del tantra se busca disfrutar con todo el cuerpo, disfrutar con cada poro, con cada caricia”, explican en Escuelatantrica.com. Cuanto menos, mejor: los seguidores del tantra recomiendan hacer el amor una sola vez al mes para acumular energía sexual. Los encuentros son sin sexo genital y sin eyaculación. La base está en los preparativos, el poder de la mirada, las caricias, los masajes y en el control de la respiración. Y, por último, un largo y profundo orgasmo, que no es el final de la fiesta sino el principio de la celebración.
Redacción 6to Poder
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